10 junio, 2012

Rescue Me



 Mucha actualidad rescatadora le aguarda a Fontella Bass.

 Con las inversiones huyendo, las agencias de rating calificándonos de bono basura y el estigma de ser el cuarto país rescatado, hace falta ser muy ingenuo para pensar que ahora las cosas van a mejorar de repente, que la Unión Europea presta 100.000 millones de euros sin contraprestaciones abusivas para la sociedad de ese país (véase Grecia o Portugal) o que únicamente los bancos van a pagar el rescate cuando el dinero se presta al gobierno español (a través del FROB) no a las entidades bancarias.

 Rajoy, con su cara de mirar papeles siempre y que se está haciendo transparente a base de desapariciones, y el ministro de economía, ese fulano de sonrisa bovina cada vez que estrecha la mano de un usuario de Bruselas, son los tipos que, en lugar de afrontar el problema, lo convertirán en una cuestión semántica y no pelearán por salir del pozo, pelearán por la forma de denominar al pozo. Por la palabra en sí. Mientras se clavan los clavos en el ataúd, nos seguimos preocupando del maquillaje.

 ¿Cómo puede uno creer a un tipo que afirmaba rotundamente que no iba a haber rescate hace dos días? ¿Cómo puede uno fiarse de tipos que dicen una cosa y la contraria en cuestión de horas? ¿Cómo puede evitar uno hacerse las preguntas pertinentes?

 Somos un país proclive a escapar de los problemas y llamar a las cosas por otro nombre. Estamos deseando ver a unos multimillonarios jugando a la pelota para olvidarnos de todo. En lugar de utilizar la autocrítica para crecer, la convertimos en pieza de caza mayor y nos preocupamos de dar a entender por tierra, mar y aire que nuestros críticos y detractores son unos paletos. Una de las claves para ser mediocre es decir que sí a todo. Llevamos demasiados años siendo un país de mediocres. Tenemos una ausencia alarmante de gente capaz de utilizar palabras pequeñas que sirvan para explicar las cosas grandes. Aún peor, los capaces, callan.

 Mark Twain decía que "La guerra es la manera que tiene Dios de enseñarles un poco de geografía a los estadounidenses". Esta crisis es el vehículo mediante el cual hemos aprendido algo de economía. Ahora, el déficit o la prima de riesgo, se han convertido en conceptos cotidianos. En breve, vamos a aprender el significado de la palabra troika.

 Mark Twain, no hablaría de "rescate", seguramente sería más de su agrado denominarlo "óbolo".

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