27 noviembre, 2011

Prelude



 "Prelude (From the Unaccompanied Cello Suite No. 1 in G Major, BWV 1007)". Compuesta por Johann Sebastian Bach e interpretada por Yo-Yo Ma, cello.

 La melodía dominguera de hoy forma parte de la banda sonora -maravillosa- de la película "Master and Commander", una historia con el aroma de las viejas películas de aventuras y que pasó sin pena ni gloria en el momento de su estreno. Es una de esas películas que el tiempo irá ubicando en su justo lugar. En un buen lugar. Pensando en esto, me vino a la cabeza la gran cantidad de películas que son nominadas a los oscars y que atesoran una calidad muy superior a la ganadora de esa noche. "Master and Commander" es una de ellas, se vio eclipsada en los oscars del 2003 por la megalomanía de "El retorno del rey", la película que debía ganar por obligación.

 Ahora que google te permite hacer rápidos viajes en el tiempo, he estado echando una ojeada por los oscars de las últimas dos o tres décadas y me he topado con lo previsible, que hay unas cuantas películas que partían en la segunda línea de la parrilla -que fueron ninguneadas en la ceremonia- y que ahora emergen con una altura que hace sombra a las que triunfaron.

 Vamos con esas películas de segunda línea: No hace falta ir muy lejos, hace un par de años "En tierra hostil" fue la triunfadora en una ceremonia en la que competía "Up", que hubo de conformarse con el oscar de la película de animación y el de su estupenda banda sonora. En el año 2001, "A beautiful mind" ganó varios oscars compitiendo con "Amelie", que se fue de vacío. Quizá el mejor ejemplo de todo esto se produjo en el año 1997, donde "Titanic" arrasó con los oscars que le pertenecían a una película inmensamente superior y extraordinaria: "L.A. Confidencial".
El año anterior, "El paciente Inglés" se llevó todos los premios. Era candidata "Fargo", posiblemente una de las mejores películas de esa década.
En 1990, "Uno de los nuestros" fue la gran perdedora de la noche ante el empuje de "Bailando con lobos". Donde quedan ahora Kevin Costner y el lobo "calcetines".
1988: "Las amistades peligrosas" pierde con "Rain Man". 1986: "Hannah y sus hermanas" pierde con "Platoon". No sigo.

 La academia de Hollywood, con su eterno rebuzno y su afán por lo superfluo, lo coyuntural, lo hiperpublicitado y lo taquillero (eso que ellos llaman "industria") siempre se olvida de mandar una invitación y deja al cine fuera de la fiesta. En todo este oropel, el buen cine importa poco. Le ocurre como a "El gran Gatsby", él es la excusa de la fiesta, sin embargo, no acude.

 Al final, como siempre ocurre, es el tiempo el que da y quita razones. Unas películas, quién sabe por qué, son inmunes al desgaste y otras se devalúan como el bono basura de un banco griego.


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