Tom, el padre de Ella, y ese cerdo de Ewing mantuvieron toda su vida una fuerte rivalidad. Tom nunca cedió lo más mínimo ante Ewing: defendió su tierra con uñas y dientes. Y educó a Ella para la lucha. Intentó convertirla en el hijo que necesitaba pero que nunca tuvo. Creció en medio de la lucha. Nunca conoció otra cosa. En Texas tienen una palabra para eso: «Miraestrellas». Un «Miraestrellas» es un caballo al que se castiga duramente cuando afloja la marcha o mira al suelo, por eso mantiene la cabeza siempre erguida, mirando a las estrellas, para escapar al castigo.
Así es Ella.
—Parlamento de Richard Farnsworth en 'Llega un jinete libre y salvaje' [1978]—
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