Silvia Pérez Cruz pone la voz, Javier Colina toca el contrabajo.
Una saeta que interpreta en la película “Blancanieves” ha hecho que el foco apunte hacia ella y, de paso, que muchos abran los ojos. Las audiencias se relamen ante los actos de canibalismo de un David Bisbal que ha pasado de concursante a juez que rige el destino momentáneo de un cantante aspirante en ese programa estrella de la temporada denominado “La Voz”. En unos tiempos donde la venta de mercancía televisiva se disfraza de concurso de talento, Silvia Pérez Cruz es la demostración de que existe otra forma de hacer, que uno puede simplemente trabajar y alejarse de lo anterior.
Siempre con vestido largo y melena generosa, cuentan que nada más llegar a un sitio nuevo a cantar se pone a buscar un futbolín, para ella, el método más divertido de desahogo. Solo los practicantes de este deporte lo entenderán.
Los flamencos le dicen que “canta por derecho”, lo que suena a piropo infinito. Parece que se divierte cantando. El mejor momento del vídeo viene al final, cuando una mano se posa sobre un hombro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario