Etta James.
Con la embestida recortadora de esta semana, no ha quedado un alma que recuerde a la selección española y su Eurocopa. Hemos pasado de querer el trofeo a desear el capote de Sergio Ramos para torear la demolición y la usura sin límite que se produce a nuestro alrededor. Unos tipos nos aseguran que siendo más pobres nos convertiremos en ricos. Siguiendo al dedillo los códigos básicos de un libro de autoayuda, apelan al "todos juntos saldremos de esta encrucijada" y al "es momento de estar todos unidos". La semana que viene, Wert recomendará sustituir "El Quijote" por "El Secreto" de Rhonda Byrne en todos los centros de secundaria. Al parecer, aumentando nuestra autoestima, saldremos de esta situación (que todos denominan, enfáticamente, precipicio) y lograremos, mediante el sacrificio, que la prosperidad esté a la vuelta de la esquina. Sólo hace falta tiempo (mucho).
El que esto escribe, ignoraba que el sacrificio es una inversión de futuro para el que se sacrifica. Qué fácil es pedir sacrificios a otros con el único argumento de que tienes las manos atadas, que no puedes hacer otra cosa, que es lo que hay. Después de ejercer de sepultureros de todos los derechos básicos, todavía esperan comprensión mientras los verdaderos culpables que originaron el cataclismo se escabullen sin remedio delante de nuestros ojos y a la luz del día. Entre comisiones de investigación que nadie quiere y un "que se jodan" cazado al vuelo.
El siguiente fragmento está extraído de otro blog y pretende ilustrar cómo trabaja el tiempo al convertir el futuro en pasado. Son ocho frases.
1. España no es Grecia. Elena Salgado en 2010.
2. Portugal no es Grecia. The economist en 2010.
3. Irlanda no es Grecia. Ministro de economía irlandés.
4. Grecia no es Irlanda. Papaconstantinou en 2010.
5. España no es Irlanda ni Portugal. Elena Salgado.
6. Ni España ni Portugal son Irlanda. Secretario general de la OCDE.
7. España no es Uganda. Mariano Rajoy.
8. Italia no es España. La agencia Fitch.
Esta última frase debe de ser trendingtopic en Italia. El tiempo ya está trabajando en ello. El paso del tiempo parece el único medio de comunicación independiente, no hace caso a unos o a otros, hace lo que le viene en gana. El problema es que el reloj no parece jugar a favor de la gente. El futuro apunta en una dirección próxima al neorrealismo italiano de posguerra. Seguro que todos recordáis aquellas películas donde un jubilado apenas lograba subsistir con su pensión (Umberto D) o el drama de un hombre que depende de una bicicleta para dar de comer a su familia (Ladrón de bicicletas).
El neo-neorrealismo ya no está muy lejos. En algunos casos particulares, ya está aquí. Sólo queda esperar que no llegue un momento donde los abuelos le digan a sus nietos: yo recuerdo cuando no éramos Grecia. Ese abuelo no tendrá un caramelo Werther´s Original en la mano.
Última hora. El presidente del Gobierno, en la clausura ayer de un congreso de su partido:"España tiene, sobre todo, españoles". Semana para recordar. B.R.
ResponderEliminarPara encontrar explicación a aseveraciones tan enjundiosas, siempre hay que acudir al ingenioso hidalgo. Seguro que recuerdas a don Alonso Quijano, él se hacía el loco... pero lo era.
ResponderEliminarA Rajoy le ocurre lo mismo: él se hace el tonto... pero lo es.
Aclaración: Lo anterior no es un insulto hacia Don Quijote.