02 septiembre, 2012

At Last



 Etta James. Cualquier momento es bueno para escucharla. También un domingo.

 Como se puede ver en el vídeo, esta canción forma parte del soundtrack de la película Pleasantville, una historia que comienza con un “Érase una vez” y va creciendo hasta convertirse en una versión ingenua de Qué bello es vivir. Bajo su apariencia de comedia indulgente y candorosa, sólo hay que rascar un poco con la uña para descubrir la sorna que recorre el film de forma subterránea. En esta película se produce un extraño caso de xenofobia cinéfila entre humanos en blanco y negro y gente en color.

 Repasando la escaleta de los últimos siete días, he visto que el Ecce Homo de la actualidad semanal ha sido el señor Clint Eastwood y su alegoría facilona de la silla vacía. Ante un auditorio de aplaudidores profesionales en versión republicana, ha hecho una de sus peores puestas en escena. Quizá pretendía imitar a los cómicos que salían al escenario con un circo de pulgas invisible.

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