01 agosto, 2013

El irlandés

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 Hay personas que nacen con el don de la risa. Tienen gracia y punto. Cuando Walter Brennan fue a hacer una prueba para participar en su primera película se encontró ante Howard Hawks y resultó gracioso sin querer. «¿Hago la prueba con dentadura o sin ella?», preguntó. «Contratado», respondió Hawks con asombro. En los años siguientes hicieron varias películas juntos. A veces con dientes, otras no. Unas veces con cojera y otras no, pero siempre con gracia.

 Brendan Gleeson interpreta al protagonista de 'El irlandés', un agente de policía muy poco convencional que no respeta a sus superiores. Quizá porque son sus inferiores. En una de las escenas más estrafalarias de la película, Gleeson encuentra un antiguo alijo de armas del IRA y se cita en un aparcamiento con un agente secreto británico para entregarlas. Al comprobar que faltan un AK-47 y varias pistolas, el agente le pregunta al respecto, mientras el policía, contrariado, suelta un prodigio de frase: «Se las comerían los ratones». Y lo dice en serio. Es su versión del hallazgo dental de Walter Brennan. Parecer tonto es su forma de ser listo. Utiliza el humor negro como trinchera. Su manera de entender el oficio como un ejercicio de demolición de lo políticamente correcto no tiene desperdicio. Faltón, putero, aficionado a la droga, a la bebida, al estropicio y, pese a todo, poseedor de un defecto incompatible con el negocio del orden público: ser honrado. Cree en las explicaciones sencillas y los métodos expeditivos. Justo la persona que uno querría a su lado en caso de participar en una reyerta como la que ocurre al final de la película: un desembarco de cocaína muy parecido al duelo en el OK Corral.

 Los personajes de esta historia, un racimo de bobos iluminados que parecen sacados de las películas de los hermanos Coen y unos narcotraficantes que leen a Nietzsche, se percatan demasiado tarde de que tenía razón Sam Jaffe en 'La jungla de asfalto' cuando dijo: «Nunca te fíes de un policía, cuando menos te lo esperas se pone de parte de la ley». Brendan Gleeson siempre está de parte de la ley, pero solo en lo importante.


                                                                                                                                   (Publicado en La Voz de Galicia)

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