Louis Armstrong & Ella Fitzgerald. La canción comienza con Louis Armstrong diciendo "Heaven...", en ese momento ya estás atrapado por este tipo que usa como armas una voz más rota que la economía griega, una boca llena de dientes, una sonrisa eterna y una trompeta caprichosa que selecciona el aire que deja pasar a su través.
Como esto no era suficiente para este tema inolvidable de Irving Berlin, canta con Ella Fitzgerald, una voz que convierte a una canción en elegante casi sin querer.
Tres tipos capaces de cambiar en segundos el estado de ánimo del que escucha.
Buen domingo a todos.
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